lunes, 19 de marzo de 2012

El Mouaziz XXII de Málaga, nuevo rey del atletismo costasoleño


RAFAEL M. GUERRA

El atleta marroquí Abdelhadi El Mouaziz alzó los brazos entrando en meta e, inmediatamente, se arrodilló sobre el tartán del estadio de atletismo mientras se tocaba la frente, los labios y el pecho, realizando el tradicional saludo árabe: «Te doy lo mejor de mi pensamiento, lo mejor de mis palabras, lo mejor de mi corazón». Desde hoy, el corredor del Club Nerja es Abdelhadi El Mouaziz XXII de Málaga.
El pasado 6 de diciembre conquistó la Maratón Ciudad de Málaga. Y ayer, en la hermana mediana de la carrera de fondo más popular, El Mouaziz volvió a triunfar en la capital de la Costa del Sol. En un circuito muy parecido al que logró el éxito hace apenas unos meses, sólo que con 21,097 kilómetros, la mitad de recorrido, el atleta africano afincado en Granada alargó su idilio con Málaga. Una hora, cinco minutos y 41 segundos necesitó para lograr otro éxito de altura y llevarse a casa un cheque de 1.000 euros. Más otros 300 por incentivos de su club, el Nerja.
Abdelhadi El Mouaziz fichó este año por el equipo axárquico. No tiene ficha ni sueldo, sino que trabaja por «méritos deportivos», aunque sí que está dado de alta en la Seguridad Social. El equipo nerjeño le suministra material, abona las fichas y tasas y, a cambio, el marroquí le reporta títulos y honor. Llegó anoche a casa feliz, con un pellizco que brindarle a su mujer, a su pequeño Mohamed de tres años y a su bebé que vino al mundo hace unos meses. Un buen dinero para ir tirando gracias a su buen registro, teniendo en cuenta las condiciones climatológicas. El viento racheado, muy fuerte, y principalmente de poniente, hizo la vuelta desde El Morlaco muy duro. Su marca, por eso, queda lejos del récord de la prueba, en poder del keniano Silas Sang: 1h.00.24. Su récord se cotiza a 5.000 euros. Ésa es otra historia.
El sampedreño Javier Díaz Carretero conquistó el segundo puesto por tercera vez en su carrera. El malagueño llegó con una marca de una hora, seis minutos y 30 segundos. No pudo aguantar nunca el ritmo del ganador. Llegó a la cita con mucho trabajo en sus piernas, ya que su gran cita es el mes que viene, en la Maratón de Milán, donde tratará de hacer mínima olímpica. Corrió en ritmos y tiempos previstos. No era su batalla.
Completó el podio Miguel Ángel Ruiz López (1h.9:02), del Caja de Jaén. El bravísimo perote Juan Vázquez llegó undécimo, con 1h.12:o1.
En mujeres, la gloria fue para otra marroquí, Nazha Machrouh (1h.16:14), que aventajó claramente a la local Esther Hidalgo (1h:18:7). La sevillana Almudena Rodríguez confirmó que no iba de farol y, tras vencer este año 2012 en Los Palacios, ocupó la otra plaza del podio, con 1h.19:23.
Aunque más allá de nombres propios, el gran éxito de esta XXII Media Maratón Ciudad de Málaga es que ha sido la carrera del pueblo, de los corredores anónimos, de los 3.500 inscritos, de los 3.016 que salieron del estadio de atletismo. De todos ellos. De los 2.989 que llegaron a meta. De los 27 que no pudieron cruzarla. Fue la fiesta del atletismo de Málaga. La fiesta de madres que han pasado ya los 50 años, como Piti. De Marcos, que miraba el GPS del móvil dado que los puntos kilómetros desaparecieron por el viento. De Isabel, que tuvo que parar en el kilómetro 12 y no pudo brindarle el triunfo personal a sus tres niñas.

O de Fernando, el eterno Fernando Muñoz Perpén, que cruzó la meta con un tiempo de 2 horas, 19 minutos y 54 segundos. ¿Mucho tiempo? Es que Fernando nació el 30 de agosto de 1932 y cumplirá este verano 81 años. Málaga se ha echado, literalmente, a la calle. Y esta oportunidad no hay que desaprovecharla. Seguro que el regimiento de políticos que ayer acudió para dar el pistoletazo de salida tomó buena nota.

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