jueves, 29 de marzo de 2012

BRITNEY REESE, UN ORO PARA ENTRAR EN LA LEYENDA


Eduardo Mongil

Lejos de la relevancia mediática de otras estrellas femeninas como Isinbayeva, Vlasic o Sanya Richards, encontramos a una atleta semi-desconocida para el aficionado medio. Es extraño que esto suceda en el caso de una tetracampeona del mundo (2 títulos al aire libre y 2 en pista cubierta) y más siendo norteamericana pero el hecho de no haber logrado nunca una medalla olímpica permanece como una losa que es probable que solo pueda quitarse este año. Hablamos de Britney Reese.
Brittney Reese, se volvió a proclamar campeona mundial en Estambul. Foto de Erik van Leeuwen
2012 debe ser su año. En los mundiales de Estambul ya ha presentado sus credenciales realizando una magnífica marca de 7’23, la tercera de la historia bajo techo y acercándose a marcas a las que últimamente solo se habían asomado atletas rusas como Lebedeva o Kotova.
Es una competidora nata. Así lo demostró en Turquía. Cuando más presionada estaba, en el momento en el que su compatriota DeLoach le arrebataba el oro, Reese pulverizó su marca personal y dejaba claro que ahora mismo la longitud femenina es cosa suya.
Aún lejos del pico de forma para Londres, Reese será una de las apuestas seguras de una delegación americana aún pendiente de la recuperación de Ty Gay. Nacida en Gulfport, Mississippi hace 26 años, una edad perfecta para cualquier deportista y con un bagaje excepcional que hace creer que todo lo que no sea su victoria será una sorpresa mayúscula. Cuenta con rivales que le pueden servir de aliciente contra el exceso de confinaza como puedan ser la vigente campeona Higga Maggi o la siempre competitiva armada rusa pero es la oportunidad de su vida y no parece que la vaya a dejar escapar.
No cuenta con un estilo demasiado estético pero basa su poder en una gran velocidad (sus 11,66 en 100 metros así lo atestiguan) y en una inmensa fuerza muscular, como también suelen hacer gala compatriotas suyos tales como Phillips, Quinley o en su día Carl Lewis. Su altura (fue jugadora de baloncesto en su juventud) también le ayuda a la hora de aguantar el impulso en el aire. Es fuerza pura a la hora de atacar la arena.
Uno de los aspectos personales que menos se conocen de esta atleta son las donaciones que realiza regularmente a asociaciones benéficas y religiosas de Gulfport en ‘agradecimiento al apoyo que le han brindado durante toda su carrera deportiva’. Un detalle de valorar realmente a aquellos que siempre han estado detrás suyo.
Puede que la belleza de estrellas como Isinbayeva, Vlasic o Richards la haya eclipsado pero el reconocimiento que merece le espera el 8 de Agosto en Londres. Ese día puede entrar en la leyenda olímpica y colocarse a la altura de las mejores atletas de la historia.

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