jueves, 21 de julio de 2011

EL SUEÑO DE BLADE RUNNER



AMAYA IRÍBAR

Esta es la historia de un niño que nació con una malformación congénita por la que le amputaron las dos piernas cuando no había cumplido el año. Que a pesar de sus limitaciones se empeñó en ganarse la vida corriendo. Que peleó, primero en la pista y luego en los tribunales, para que le dejara competir con los normales y, aunque ganó esa batalla, larga y compleja, no logró llegar a los Juegos Olímpicos de Pekín porque no era lo suficientemente rápido. Que a pesar de la frustración y de la distracción que podía suponerle su fama, siguió entrenándose, y que, ahora, por fin, en la última oportunidad, logró su sueño. Oscar Pistorius, Blade Runner para la prensa anglosajona por las prótesis que le permiten correr, ganó los 400m de Lignano (Italia), pero no es el triunfo lo más importante, sino el tiempo, esos 45,07s que le clasifican para los Mundiales de Daegu (Corea del Sur), que empiezan el 27 de agosto. Será la primera vez que el sudafricano, que tiene 24 años, se vea las caras con los mejores del mundo en un gran acontecimiento atlético.
El tiempo de Pistorius en Lignano barre su anterior marca personal (45,61s) y rebaja con creces la mínima A que exige la Federación Internacional de Atletismo (45,25s) para participar en los Mundiales. Hasta el martes, fecha límite para lograr las marcas para los sudafricanos, Pistorius no solo no la tenía sino que había sido superado por tres compatriotas, lo que le dejaba fuera de la selección.
Toda esa presión no afectó al atleta, que apretó y apretó hasta el final, y luego reconoció haber corrido unos últimos 100m muy tranquilos. "Fue una carrera de ensueño", dijo Pistorius a la agencia Reuters. "No pude dormir y he debido de recibir hasta 300 mensajes de felicitación".
Con el tiempo registrado en la pista italiana, Pistorius habría sido quinto en la final de los Juegos de Pekín. Atrás queda la polémica sobre si sus prótesis de carbono le ayudan o no a correr. El Tribunal de Arbitraje Deportivo concluyó en 2008 que no y, desde entonces, Pistorius puede correr con los mejores.
Este año ya lo ha hecho varias veces. En junio, en la cita neoyorquina de la Liga del Diamante, el sudafricano acabó quinto en una carrera que ganó el campeón olímpico Jeremy Wariner. Antes en la de Eugene y luego en París corrió también con Christopher Brown, con el belga Jonathan Borlée, con el británico Michael Bingham, con el estadounidense Angelo Taylor. Nunca pasó del quinto puesto.
Para Pistorius, que se ha convertido en una auténtica estrella y ejerce de modelo ocasional, el triunfo es estar en los Mundiales. La marca le abre también la puerta a los Juegos de Londres.
El sudafricano es la cara del triunfo. La de la decepción, el francés Tamgho. El triplista, bronce en los Europeos de Barcelona del año pasado, se ha resentido de una lesión en el tobillo y no viajará a Corea del Sur. Entrenado por el cubano Iván Pedroso en Alicante, Tamgho tiene la mejor marca del año (17,91m) y era uno de los grandes favoritos para el oro en Daegu.

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