jueves, 6 de noviembre de 2008

Obama abre una nueva era


Carlos R. Galindo SPORT

Martin Luther King realizó un valiente discurso el 22 de noviembre de 1963 –hace 45 años– sobre la igualdad de los derechos y del que salió una cita registrada para la historia: “I have a dream” (‘Tengo un sueño’). Ni siquiera su premonición se truncó cuando el pastor protestante fue abatido a tiros: “Es el momento de salir del oscuro y desolado valle de la segregación hacia el camino soleado de la justicia racial”, clamó ante una multitudinaria audiencia en Washington. El 04 de noviembre del 2008 quedará registrado como otro día para la historia de los Estados Unidos con la elección de Barack Obama como primer presidente afroamericano del país. Muchos deportistas, que se volcaron en su apoyo, estaban de los nervios en la noche electoral pero hubo otros que incluso se jugaban el futuro político. Y es que numerosos ex deportistas que ahora son políticos, aspiraban a diversos cargos. El caso más destacado es el ex de la NBA, Kevin Johnson, que se convirtió en el primer alcalde negro de la historia de Sacramento.

Quien iba a imaginar que aquel base eléctrico de los Phoenix Suns a comienzos de los 90 acabaría teniendo una exitosa carrera política. La misma noche en la que Estados Unidos elegía a su 44 presidente, Sacramento, la capital del estado de California, escogió a su primer alcalde negro.

Helth Shuler, ex quarterback de los Washington Redskins y los New Orleans Saints, ganó con comodidad su reelección como congresista por Carolina del Norte. Sin embargo, el deportista más feliz fue Craig Robinson, entrenador del equipo de baloncesto de la Universidad de Portland State: es cuñado de Barack Obama.

Los millonarios jugadores africanos, habitualmente poco preocupados por los asuntos políticos de su país, se implicaron sin tapujos con un candidato de su misma raza. Su compromiso fue personal y también economico. Estrellas de la talla de LeBron James, Chris Paul, Kobe Bryant, Baron Davis y Chauncey Billups, que expresaron abiertamente sus preferencias por Obama, tuvieron la oportunidad seguir en privado la jornada electoral y escuchar en directo el primer discurso del nuevo presidente de los Estados Unidos porque sus respectivos equipos disfrutaban de jornada de descanso. Tracy McGrady, de los Rockets, siempre mostró sus preferencias por Obama, lo mismo que Doc Rivers, responsable de los Boston Celtics: “es la primera vez que recuerdo que en el mundo del deporte estadounidense ha habido tantos jugadores interesados en los resultados electorales”, declaró. El mismo explicó: “me costaba trabajo centrarme en mi trabajo. Mi mente también estaba puesta, de alguna manera, en lo que ocurría en las urnas. Era demasiado importante como para evadirse”. Ray Allen, otra de las grandes estrellas de la NBA (Boston Celtics), señaló: “vi como lloraba el reverendo Jesse Jackson y he de reconocer que me conmovió. Las personas no alcanzan a comprender lo histórico de esta noche. Jesse Jackson conoció personalmente a Martin Luther King y la opresión que sufrieron las personas de raza negra. Cada niño, no importa del color que sea su piel, dispondrá ahora de más oportunidades”.

La nota de humor la puso el chino Yao Ming, cuando le preguntó a su compañero de equipo McGrady si había votado por
McCain aunque le fuese a subir los impuestos: “No me importan los impuestos. Ahora soy feliz y eso es lo único que cuenta”, respondió.

Tyson Gay, uno de los mejores velocistas de todos los tiempos, también se declaró “orgulloso” por el rumbo “que ha tomado la política en mi país. Creo que Obama no representa únicamente a los votantes negros o de las minorias étnicas. Es mucho más que eso; supone una bocanada de aire fresco, un giro radical en la política de los Estados Unidos. Espero que a partir de ahora se ayude a los más desfavorecidos, que se adopte una política económica social y que se corrija la imagen exterior que hemos ofrecido. Estados Unidos ha de recuperar el orgullo como país y situarse al frente de las libertades”. En parecidos términos se expresó la también velocista Allyson Felix.

Las hermanas Williams, Serena y Venus, se declararon excitadas por la elección de Barack Obama: “La voz de nuestro pueblo se ha hecho escuchar y ha sido alta y clara. No pudimos votar porque somos Testigos de Jehova y nuestra religión nos aconseja no involucrarnos en las cuestiones políticas”. Admitió que no se trataba de una prohibición taxativa: “En todo caso, nuestras preferencias son claras y públicas”, dijo Serena.

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